miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Podemos mostrar aprecio?

Cuando iba a 6º de E.G.B. nos mandaron hacer un trabajo sobre la leche. Al día siguiente me puse enferma y no pude presentar mi trabajo. Lo hice 2 días después. Durante esos 2 días cogí una enciclopedia de casa y copié un artículo completo que hablaba sobre la leche. Eso fue lo que presenté. Cuando llegó el día de darnos la nota, la profesora empezó a decir que era una vergüenza el trabajo que todas (colegio femenino, vaya) menos una habíamos presentado. Cual fue  mi sorpresa cuando elogia mi trabajo, me saca delante de mis compañeras y me pone de ejemplo. Resultado: ese año saqué todo sobresalientes.
¿Os habéis parado a pensar en el efecto que tienen en nosotros los elogios?Si tienen un efecto tan positivo, ¿por qué nos negamos a darlos? Durante el día tenemos muchas ocuasiones en las que podemos hacerlo: con nuestra familia. Cuando nuestros hijos, padres, hermanos, conyuges hacen algo bien ¿Se lo decimos? ¿Elogiamos su esfuerzo?
Con nuestros amigos. ¿Les damos las gracias cada vez que nos hacen un favor? ¿Agradecemos y elogiamos su interés por nosotros y por estar siempre ahí, a nuestro lado? 
Con las personas con quienes tratamos todos los días: nuestros vecinos, el dependiente de la tienda de enfrente, el conductor del autobús. ¿Les agradecemos el trabajo que hacen demostrando así aprecio? ¿Les sonreímos  Sin saberlo, quizás, les alegremos ese día que tienen tan malo.
Podemos pensar: "¿Cómo le voy a encomiar a mi compañero de trabajo si no lo aguanto!!!!  ¡¡No hay nada que haga bien!!" Te propongo una cosa: que te sientes con un lápiz y una hoja de papel en la mano, y que busques cualidades en esa persona. ¿Es atento con los clientes? ¿Está dispuesto siempre a hacer un trabajo cuando se lo dicen aunque no le venga bien? TODOS, sí, TODOS tenemos buenas cualidades. Así que a buscarlas!!!
Al encomiar, al apreciar debemos tener cuidado de no caer en la adulación pues esta es egoísta y no procede del corazón.Como he leído "la adulación es decir a la otra persona lo que él piensa de sí mismo". Y nunca, repito, nunca funciona.
El aprecio es algo que todo el mundo agradece y es algo que nos abrirá las puertas a futuras amistades. Probadlo y ya me contaréis.










viernes, 5 de octubre de 2012






GALLETAS DE ESPELTA

Ingredientes:

300 grs. de mantequilla derretida
1 vaso de azúcar
5 vasos de harina de espelta
2 cucharadas pequeñas de bicarbonato
2 huevos
1 cucharada de esencia de vainilla

Preparación:

Mezclar todos los ingredientes. Yo luego voy cogiendo pequeños trozos de la masa y hago bolitas que después aplasto con las palmas de la mano. Y ya está, al horno precalentado a 180º durante unos 15 minutos. Cuando pienso que están hechas las toco con el dedo. Si están un poco blandas ya las saco porque sino se quedan duras. De esta forma quedan crujientes.

Está receta me la dio una amiga que la encontró googleando. Yo la he modificado un poco. Primero, hago la mitad de las cantidades. En casa sólo somos dos y sino salen muchas (a decir verdad, nos las comeríamos TODAS, jaja). La harina pongo la integral. Y cuando tengo la masa preparada le añado pepitas de chocolate. Espero que os gusten.

¡Ya terminé mis toallas! Aquí os las enseño:


¿Qué os parecen? 
Se me está ocurriendo que puedo preparar un tutorial sobre cómo se hace el punto yugoslavo. Nunca he hecho uno, pero todo será ponerse. ¡Buena idea! (Y eso que hoy mi cabeza...)

Bueno, otro día en el espacio, jeje. Sí, ya sé que algunos (o ninguno, vaya, que igual nadie me lee.¡¡¡¡ Qué creída!!!!) estaréis pensando: "¿En el espacio? ¿Esta tía es astronauta?" Pues no, aquí estoy en la tierra. Así digo cuando me dan mis crisis de ansiedad y voy tan despacio que parezco que estoy en el espacio. Jaja. Lo malo que aquí hay gravedad... que están todas carnes caídas...
Ayer fue un día estupendo. Fui a clase, donde, por cierto, disfruté muchísimo. Luego hice algunas compras. Y para hacer todo esto tuve que coger el bus y bastante bien. No me puedo quejar. Pero al llegar a casa... ¡Ay al llegar a casa...! "Y ahora ¿qué hago de comer?" me pregunté y dos segundos después me ofusqué. Malo, malo... A ver ¿qué problema hay para decidir lo que vamos a comer? ¡Ninguno! Aunque se coman dos huevos fritos... Pues no, Susana ofuscada.
Al final comimos, claro. Mi marido me ayudó con la comida. Los maridos sirven para algo, jaja . Por la tarde estuve muy activa, la verdad. Hice unas galletas de espelta para chuparse los dedos :-). Luego os pongo la receta, ok?
Paso el día.... hasta la noche. Yo no sé si fue porque me puse a ver La Voz o si ya tenía acumulado pero... (no lo digo por mal, el programa me gustó mucho, vaya) que me dio un yuyu. Y hoy sigo igual.
Yo sé que estas enfermedades (sí, enfermedades, aunque muchos crean que no lo son) no son lineales. Hoy estás muy bien y mañana a saber. Igual estás metida ahi, en un hoyo sin saber como salir. Y no acabo de acostumbrarme a estos bajones. ¡¡¡Que alguien me eche una cuerda para salir de él!!!

lunes, 1 de octubre de 2012

¡Ya de vuelta de las vacaciones! Y eso de ponerme al día con el blog ná de ná. Pero una cosa sí he hecho: ¡Aprender a subir fotos! Vamos, que ya os habéis dado cuenta. Solo deciros que las fotos son mías, vaya, que las he hecho yo.
Y hablando de fotos...





Aquí teneís mi punto yugoslavo. ¡Ayyyy cómo lo voy a echar de menos! Jeje He hecho la toalla pequeña y la toalla del lavabo. Ahora estoy, como veis, haciendo la del baño. Realmente no es nada complicado. Os animo a que lo aprendáis (aunque por lo visto soy de las pocas mujeres que no lo sabían hacer jaja). Eh! A los chicos también! ¡Que nunca está de más aprender ha hacer esas cosas! Jeje.

¿Y mi fobia? No muy bien. ¡Qué novedad! Me da pánico pensar salir a la calle. Pero lo tengo que hacer. No me queda otra.(Así, tía dura).
¿Nunca habeís tenido ganas de gritar hasta quedaros afónicos? ¿Hasta sacar toda la angustia que tenéis dentro? En ese punto estoy ahora. Y lo tengo que controlar. Sí, me da miedo lo que pueda pasar si no lo controlo. Y eso me pone triste. Todo llega, todo pasa.