Otra noche sin poder dormir y por encima con un dolor de cabeza insoportable. Mañana tengo cita con la psiquiatra y creo que me tiene nerviosa.
Acabo de leer que la fobia social es una virtud. ¿Virtud? Al principio me he quedado perpleja porque no sabía cómo tomármelo. Todo lo que se saca de la fobia social es negativo. ¿Quién considera una virtud una enfermedad que te aísla, que no te ayuda a encontrar trabajo, amigos, novi@,..., que hace que la gente de vea como un bicho raro? ¿Virtud?
Pero me he parado a pensar y creo que se puede considerar virtud si tenemos en cuenta que gracias a ella soy como soy. Me ha echo fuerte, luchadora, me ha enseñado a no juzgar a nadie, he aprendido a escuchar, a ver que en cada casa tienen sus problemas, a ser empática, a apreciar los pequeños detalles,... Realmente, podemos considerar la fobia social como una virtud.
Hoy me he dado cuenta que necesito desahogarme. Decir lo mal que me encuentro. Contar lo que me ocurre, lo que siento, lo que padezco,... Pero también me he dado cuenta que no tengo a nadie para hacerlo. Solo tengo esta hoja en blanco en donde puedo plasmar mis pensamientos, mis miedos, mis temores, y aun así, no lo hago.
Me lo guardo todo para mi y sé que eso no me ayuda. ¿Y tu esposo? Mi esposo ya tiene bastante con verme la cara todos los días jajajajaja A medida que lo escribía me he dado cuenta de cómo sonaba jajajaj
Me refería a que él me ve mal todos los días, y cargarle con más me parece injusto. Ya lleva una gran carga. Cuando me pregunta cómo estoy y le contesto que mal. O me da una crisis y me tiene que llevar a la cama, No, ya tiene mucho.
Por eso últimamente escribo tanto. Para desahogarme. Para deshacerme de mis miedos. Miedo a volverme loca, a suicidarme, a no mejorar, a seguir sufriendo tanto,... Pero solo dura un poco de tiempo, esos miedos vuelven a mi mente, infrigiéndole un terrible castigo.
También escribo para no sentirme sola. Pero cuando termino de escribir, publico y apago el ordenador me envuelve otra vez ese sentimiento que tanto odio que es la soledad.
Esto no lo escribo para quien me lea. Hoy lo escribo para mi. Para rodearme con mis brazos y decirme susurrando que todo está bien, que todo va a pasar, que volveré a ser aquella niña que jugaba, reía y era feliz.